Restaurant La Bocana

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Un lugar del que tenía expectativas al que no volveré en la vida. Y las razones son varias: 1) El servicio de sala y atención es un desastre: - Hicimos reserva a las 15h. A esa misma hora había una cola de gente fuera a 40 grados en el sol. Tuvimos que esperar 30 minutos para entrar. Viendo como otras mesas que llegaron después y tenian reserva a la misma hora. Pasaban delante. Nuestra mesa estaba hacia rato preparada. El trato del servicio desagradable. ¡Hay que formar al personal de sala! - El segundo plato llegó 45 minutos más tarde. El restaurante estaba lleno y se olvidaron de nosotros. Preguntamos dos veces. No hubo ni una disculp. El rodaballo llegó frío y el pulpo muy caliente. - Mesas pegadas. A las 16h nos empezó a dar fuerte el sol en la mesa. Y después a la hora del café pedimos si podíamos cambiarnos de mesa: respuesta de la camarera: dentro no hay ventilador. 2) La calidad precio no es acorde en algunos de los platos. Poca cantidad. El pescado muy cocinado con el mismo aceite. Cantidafes pequeñas. La mesa de al lado se quejó también de la fideuà (estaba caldosa pero con agua). Nuestros mejillones cocinados y practicamente secos. Es la comida donde pasamos más calor de nuestra vida. No nos levantamos y nos fuimos por educación pero desde luego no vuelvo en vida. Una vergüenza. Cuando un restaurante no tiene más capacidad (en personal y espacio) para acoger comensales, mejor no abusar y querer hacer el agosto

Ghost Beers

¡¡¡¡Buenísimo!!!! Mi restaurante de referencia en Ametlla de Mar. Enamorado de sus paellas, su entorno y sus empleados. Personal de 10. Producto de 10 y servicio de 10. Precio más que correcto por la calidad y cantidad que ofrecen. Volveremos. Como siempre.

Marc Solé

Llevamos 12 años cenando en la Bocana al menos una vez cada verano. Somos fieles a este restaurante por su estupendo menú de alrededor de 20€ y su magnífico arroz encebollado con chipirones. Esta vez hemos elegido el menú más caro, que incluía como primeros mejillones, navajas y gambas. Nos han dicho que no había mejillones y nos los han cambiado por chipirones. Hemos aceptado sin problema...pero la sopresa nos la hemos llevado cuando en lugar de gambas nos han traído langostinos, sin ninguna explicación, sin ninguna justificación, como si fuéramos tan "pardillos" de no saber diferencias entre gambas y langostinos. Somos de mar, conocemos el pescado y, para más inri, somos clientes de la Bocana desde hace años. Y nos la han intentado colar (en la foto las supuestas gambas...). Un ejemplo más de como, después de la pandemia, el servicio ha empeorado y los abusos hacia el cliente son cada día más frecuentes. Por cierto, el arroz encebollado tan magnífico como siempre. En la Ametlla hay otras buenas opciones para cenar...nos pensaremos si volvemos a la Bocana.

MILA HERREROS

Un menú estupendo, a un buen precio. El arroz, exquisito. Calidad del producto alta. Volveremos. Muy recomendable.